Cementerio Municipal de Punta Arenas: uno de los más bellos de Chile
Por: Hernan Claro - 6 outubro, 2023
Entre los distintos atractivos turísticos de Punta Arenas está su Cementerio Municipal, lugar lleno de historia que fascina tanto por su arquitectura como por las leyendas que lo rodean.
Capital de la Región de Magallanes, Punta Arenas está llena de lugares mágicos. Con ocasión del Día de Todos Los Santos, en Chile Travel quisimos destacar uno de los destinos más conocidos de la ciudad: el Cementerio Municipal.
Reconocido internacionalmente, el camposanto destaca por sus impresionantes avenidas, donde los cipreses europeos y los espacios abiertos rodean los mausoleos y las tumbas, con influencia de distintas nacionalidades y creencias.
Historia del Cementerio de Punta Arenas
La construcción del Cementerio de Punta Arenas se enmarca en la migración europea que hubo en Tierra del Fuego a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, impulsada por la búsqueda de oro, la crianza masiva de ovejas y los beneficios entregados por las autoridades.
La construcción se remonta a 1894. Debido a que el cementerio emplazado en la hoy plaza José de Los Santos Mardones había quedado pequeño, el gobernador Maneul Señoret adquirió un terreno al norte de la ciudad para emplazar un nuevo camposanto.
El documento oficial de la fundación fue firmado por el presidente Jorge Montt. Las obras comenzaron en 1918 y concluyeron en 1923, mientras que el pórtico fue construido en 1919 por el ingeniero Fortunato Circutti.
El cementerio fue declarado Monumento Nacional en 2012 debido a su alto valor patrimonial e histórico.
Cómo llegar al Cementerio de Punta Arenas
El Cementerio de Punta Arenas se ubica en el sector norte de la ciudad, en Pedro Sarmiento de Gamboa 29. Desde la Plaza Muñoz Garmero (Plaza de Armas), son 6 minutos en vehículo y 20 minutos caminando por calles Hernando de Magallanes y Presidente Manuel Bulnes.
Si tu punto de partida es el Aeropuerto Internacional Presidente Carlos Ibáñez del Campo, tardarás 21 minutos en vehículo por la Ruta 5.
La entrada es liberada y el cementerio opera de lunes a domingo, de 8:00 a 19:00 horas. Casi todos los tours por Punta Arenas incluyen una visita al cementerio y te permitirán tener una visita guiada a través de sus encantadores misterios. Escoge uno que esté inscrito en Sernatur.
Qué ver en el Cementerio de Punta Arenas
Foto: Banco audiovisual de Sernatur
Un recorrido de dos horas por las cuatro hectáreas que componen el Cementerio de Punta Arenas te permitirá apreciar su diversidad de estilos, con edificaciones pertenecientes a familias aristocráticas, mutualistas, navegantes y ciudadanos de distintos países.
El estilo ecléctico se refleja en las calles interiores del camposanto, donde se combinan lápidas sencillas con enormes estructuras, de diversas formas geométricas y materiales como mármol, bronce y hierro.
Uno de los puntos más conocidos es el indio desconocido, estatua de bronce de un indio menudo y con un gesto melancólico, vestido solo con un taparrabos. Se encuentra lleno de ofrendas como collares, rosarios, flores y monedas, así como de placas agradeciendo favores.
La historia del indio desconocido
Foto: Banco audiovisual de Sernatur
Según una investigación local, la historia del indio desconocido se remonta a 1929, cuando la goleta Manolo llegó a la isla Cambridge para la extracción de un bloque de mármol. Dos tripulantes quedaron de guardia para vigilar el yacimiento mientras se diseñaba la forma de extraerlo: el ruso M. Kravient y el chileno David Leal.
Acorde a la indagatoria, ambos fueron atacados por una banda de alacalufes. Leal murió, mientras que Kravient logró escapar y luego guió al resto de la tripulación al campamento. Allí estaba el cadáver de Leal junto a un indio perfectamente sentado, vestido con ropa que el ruso había dejado al escapar.
Tras la autopsia se determinó que el indio no tenía herida alguna y se supuso que murió por inmersión, tras lo cual se le enterró sin lápida. Diez años después, un desconocido dejó en su tumba una placa con la leyenda “indio desconocido”, dando inicio al culto de ofrendas populares
En los sesenta se arregló la tumba y se colocó la estatua, mientras que el poeta José Grimaldi aportó el epitafio: “El Indio Desconocido llegó desde las brumas de la duda histórica y geográfica y yace aquí cobijado en el patrio amor de la chilenidad”.
