SOLSTICIO DE INVIERNO, MUCHO MÁS QUE EL INICIO DE UNA ESTACIÓN
Por: Chile Travel - 27 agosto, 2021
En el hemisferio sur, entre el 20 y 23 de junio, se produce el solsticio de invierno. Un fenómeno que no solo marca la noche más larga del año, sino un instante de renacimiento y celebración para muchas culturas.
Más allá del calendario, o del frío y el calor que hace en el ambiente, las estaciones significan mucho más, es la forma que tiene la naturaleza de decirnos que pertenecemos a algo más grande e incontrolable. La Tierra orbita alrededor del Sol en movimiento elíptico que tiene dos ejes. Estos cuatro puntos son lo que llamamos solsticios y equinoccios, y marcan el fin y el comienzo de las estaciones.
Vista desde las alturas de Santiago con la cordillera nevada al fondo
Foto [@blvckimvges]
Y como todo tiene una explicación, hoy te contaremos lo que realmente conlleva la llegada del solsticio de invierno en todo el planeta, y específicamente en Chile.
Un fenómeno astronómico importante
La palabra solsticio viene del latín solstitium (sol sistere), que significa “Sol quieto”, y es así, ya que el astro alcanza su posición más austral y durante varios días su altura máxima no cambia.
Volcán de Chillán nevado y con fumarola
Foto: [@ximena.salazar.b]
El solsticio por sí mismo siempre ha sido un momento especial en el año, incluso durante el período neolítico. El apareamiento de los animales, la siembra de los cultivos y la medición de las cosechas de invierno muestran cómo las diferentes mitologías y las tradiciones culturales han surgido gracias a este fenómeno. Asimismo, los sitios arqueológicos de Stonehenge y Newgrande también lo comprueban.
El “renacimiento del Sol” para los mapuches
El solsticio de invierno también trae consigo un sinnúmero de significados. Se lo asocia con la idea de renovación, y se realizan multitud de festejos y rituales a lo largo del mundo para celebrar su llegada.
Luz solar detrás de bosque de araucarias
Foto: [@javier_urrah]
En Chile, para el pueblo mapuche de por sí es una festividad y el momento más sagrado ya que marca el inicio de un nuevo año. Ellos lo llaman We Tripantu o wüñoy Tripantu que se traduce a una nueva salida del sol y la luna, y lo celebran entre el 21 y 24 de junio.
We Tripantu está determinado principalmente por el ciclo lunar, el cual controla la naturaleza, el tiempo, las lluvias, la vida animal y vegetal. El mundo y vida Mapuche está ligado con toda la naturaleza, es por eso que durante estas fechas sus rituales giran en torno a la celebración de la vida nueva en la Ñuque Mapu (la madre tierra) y el comienzo de un nuevo ciclo de producción.
Vista de la laguna Pirquinco, Ralco
Foto [@robmulally]
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De esta manera, aymaras, mapuche y otros pueblos originarios marcan un cambio de ciclo que afecta tanto a la naturaleza como a los seres humanos.
El solsticio en el sur de Chile
Y hablando de cómo afecta a los seres humanos este evento, hay un pueblo al extremo sur de Chile que tuvo que acostumbrarse a vivir con pocas horas de luz cuando llega el solsticio de invierno. Hablamos de Punta Arenas, una ciudad en la zona de Magallanes que es la puerta de entrada a la Antártica.
Si tienes la oportunidad de estar en Punta Arenas un 21 de julio seguro será muy peculiar, ya que ese día, con la llegada del invierno es la noche más larga y con menos horas de luz solar durante el día, alcanzando un promedio máximo de 7 horas de luz, ¿qué te parece?
Calles cubiertas de nieve en Punta Arenas
Foto: [@sebastianyima_f]
Pero lo bonito de todo esto es que los puntarenenses en lugar de quejarse por el arribo de la estación más fría y con menos luz, todos los años organizan una gran celebración para darle la bienvenida al invierno. Lamentablemente por la pandemia se ha tenido que pausar, pero seguramente pronto volverán estas festividades.
Valle de la Engorda en la noche, Cajón del Maipo
Foto: [@baveck]
En resumen, el solsticio de invierno no es un día en específico, es un instante perfecto del universo que nos demuestra que todo tiene un porqué y que hay que agradecer cada cambio que vivimos porque seguro siempre será para mejor, aunque al comienzo no lo veamos.
