Ecoturismo en Chile: Una experiencia para fanáticos de la naturaleza
Por: Chile Travel - 27 agosto, 2021
Si eres amante de la naturaleza y planeas un viaje por Chile donde descubrir su flora nativa es prioridad ¡estás de suerte! El ecoturismo en Chile es posible y sin dejar huella de carbono en sus bosques, ya que es una tendencia en auge que atrae a miles de turistas año a año.
Ya sea por placer o en nombre de la ciencia, si eres un viajero que anhela una escapada silvestre para apreciar la botánica endémica de un lugar, entonces, ¡Chile es ese lugar ideal para ti! La flora nativa y los bosques endémico en Chile te dejarán sin aliento.
Varios factores bio-geográficos contribuyen a la riqueza y abundancia de las variedades nativas de árboles, flores, arbustos, cactus, helechos, hongos, líquenes, y otras especies de plantas que son únicas en nuestro país, y te prometemos: ¡Quedarás maravillado!
HOTSPOTS DE NATURALEZA
Chile es uno de los 35 hotspots de biodiversidad en el mundo, constituyendo una de las regiones más ricas en flora del planeta, y eso que, geográficamente hablando, Chile tiene menos del 5 por ciento de la superficie global. Es más, en plantas tiene alrededor de 7.000 especies nativas de un total de 298.000 que hay en el mundo.
Desde la alta Cordillera de Los Andes, hasta las costas del Pacífico, pasando por las tierras desérticas del Atacama, hasta las zonas húmedas de la Patagonia, Chile impresiona por su exuberante Flora Nativa.
NORTE FLORIDO
La gran diversidad de flora nativa que existe en el norte de nuestro país, permite realizar ecoturismo en Chile dentro de un esquema de escasa pluviometría, rasgo distintivo del desierto más árido del mundo, el Atacama.
El Desierto de Atacama se extiende sobre 105,000 km2, y por más de 300 años no cayó una sola gota de lluvia en sus tierras. Pero gracias al “Fenómeno del Niño” y a la corriente de Humboldt cada cierta cantidad de años se produce el advenimiento de lluvias, aguas que despiertan de la dormancia a cerca de 200 especies de flores, dando vida al fenómeno de la naturaleza llamado: Desierto Florido.
Justamente ahí, donde no esperarías ver una abundante vida vegetal, te asombrarás de ver cómo el árido paisaje nortino se convierte en una alfombra de flores típicas del desierto chileno de todos los colores.
Las primeras especies que comienzan a florecer en el desierto son los “Huilles blancos” (Leucocoryne) y la “Añañuca Amarilla” (Rhodophiala bagnoldii); en una segunda fase de floración aparecen las notables “Patas de guanaco” (Cisanthe grandiflora), diferentes tipos de Alstroemerias, y la joyita del desierto florido, las “Garras de León” (Bomarea ovallei).
Este inmenso jardín de flores puede observarse en diferentes partes del norte de Chile, tales como las localidades de Huasco, Vallenar, Copiapó, Caldera y La Serena. De los senderos más recomendables para explorar están los de Caleta de Hornos, Juan Soldado, Quebrada Honda, playa El Temblador cerca de La Serena, Totoral Bajo, Carrizal Bajo y Caleta Barco cerca de Vallenar.
Para apreciar esta maravilla en todo su esplendor, conviene dirigirse al norte a fines de septiembre o a comienzos de octubre, y en años excepcionalmente lluviosos como este 2019, se espera que el desierto florezca incluso algunos meses antes.
PARQUES Y RESERVAS NACIONALES
Más del 20% del territorio nacional chileno es parte de un Parque o Reserva Natural, cuyo objetivo es resguardar a las especies de flora nativa y potenciar al ecoturismo en Chile como una de las mejores experiencias a nivel mundial.
Para aprovechar al máximo este viaje por el norte florido, una parada imperdible es la Reserva Nacional Los Flamencos, ubicada a 104 km de Calama, donde también se puede apreciar parte del desierto en flor y especies perenes como el tamarugo (Prosopis tamarugo) y el algarrobo blanco (Prosopis alba). Dentro de la Reserva se encuentran las lagunas Altiplánicas Miscanti-Miñiques, Laguna Chaxa, el Valle de la Luna y Aldea Tulor.
30 km al norte de Chañaral se encuentra Pan de Azúcar, un Parque Nacional que atrae a visitantes durante todo el año debido a su buen clima y su diversidad de flora.
Aquí se da otro de los fascinantes fenómenos del desierto del norte de Chile, la “Camanchaca”, una neblina costera que alimenta a las plantas al chocar contra las elevaciones de la costa. Verás especies endémicas, tales como el “Copao” (Eulychnias iquiquensis), la “Flor del Lechero” (Euphorbia lactiflua) y el “Chagual del Paposo” (Puya boliviensis) que dominan el paisaje.
Para los amantes de la botánica, otro destino extraordinario para practicar ecoturismo en Chile es el exclusivo Parque Nacional Fray Jorge. Si te encuentras en la provincia de Limarí, haz tu mejor esfuerzo por visitar este raro ecosistema similar al sureño bosque Valdiviano, pero geográficamente dentro del Desierto de Atacama
FLORA CHILENA DE LA ZONA CENTRAL
En la medida que desciendes de norte a sur del país va aumentando considerablemente el color verde y la cantidad de vegetación, pero, paradójicamente, la diversidad de plantas es mayor en el norte desértico que en el sur verdoso.
Los ecosistemas hacia el sur de Chile son más extensos, consistentes en grandes superficies de bosques, que igualmente encantan por su belleza natural.
Gracias al clima mediterráneo y a sus fértiles tierras, Chile central se caracteriza por ser uno de los mayores contribuyentes a la agricultura nacional, especialmente la fruticultura. El “Maqui” (Aristotelia chilensis) es un árbol propio del centro-sur del país que produce una súper-fruta con importantes beneficios para la salud.
Uno de los tesoros más importantes de este destino es la “Palma Chilena” (Jubaea chilensis) que rompe varios récords al ser la palmera más austral y longeva del planeta. Florece a los 60 años y puede llegar a vivir hasta 1.000, y es también la de mayor grosor de tronco en el mundo (1.3 metros).
Esta especie endémica se encuentra en una pequeña área de Chile central, destacándose sobre todo en el Parque Nacional La Campana. Esta gran reserva de la biósfera, a 60 km de Valparaíso, está poblada por unos 70.000 ejemplares de Palma Chilena.
LA MAGIA DEL SUR
La magia del sur de Chile está dada por su flora autóctona, donde se conserva uno de los últimos bosques templados lluviosos del planeta. Este año, Chile acaba de completar la Red de Parques Nacionales de la Patagonia que abarca una superficie de 4.5 millones de hectáreas protegidas, equivalentes al tamaño total de Suiza.
En la red destacan especies milenarias como el “Alerce” (Fitzroya cupressoides) o Lahuán que significa “abuelo” en idioma de los indígenas Mapuches. Es el árbol nativo más alto de América del Sur y la segunda especie más longeva del mundo alcanzando los 4.500 años de vida.
Otra longeva especie que predomina en los bosques del sur chileno es la “Araucaria” o Pehuén (Araucaria araucana). Árbol endémico de los bosques sub-antárticos, fue declarado Monumento Natural en Chile y se encuentra albergada en Parques Nacionales como el Conguillío, Tolhuaca, Laguna del Laja, Huerquehue, Villarrica y el Parque Nacional Nahuelbuta.
La flor nacional de Chile es el Copihue (Lapageria rosea), y crece en los bosques templados del centro- sur. Además, esta pequeña y encantadora flor en forma de campana ha inspirado varias leyendas mapuches, como la que atribuye su nombre a la sangre de una heroica y enamorada princesa indígena.
El Copihue, que tiene un característico tono rojizo, coexiste con muchos árboles tales como el Boldo, el Coihue, el Lingue, el Quillay, el Ulmo y varias notofagáceas.
ECO-REGIÓN BOSQUE VALDIVIANO
La Selva Valdiviana fue uno de los primeros bosques que existieron sobre la faz de la Tierra, y que hoy destaca por su endemismo, ya que un tercio de sus especies sólo se encuentra en esta región del mundo: el extremo austral de Chile.
Destino amigable para el ecoturismo en Chile que gira en torno al turismo sustentable y que ofrece gran número de actividades al aire libre, tales como trekking y cabalgatas, además de kayak y camping.
Uno de ellos es el Parque Nacional Alerce Costero, el cual ostenta 13 mil hectáreas de selva y un lugar propicio para el desarrollo del eco-turismo. Asimismo, el Parque Lafken Mapu Lahual, que pertenece a una red de parques indígenas, abarca sobre mil hectáreas repletas de Alerces, Olivillo Costero y otras especies nativas.
Uno de los Santuarios de la Naturaleza más importantes del país es el Parque Pumalín, donado por el estadounidense Douglas Tompkins, conservacionista comprometido con la preservación de la biodiversidad. En total son más de 325 mil hectáreas de bosques, montañas, ríos y lagos.
Este verdadero santuario de la naturaleza, ideal para practicar el ecoturismo en Chile alberga entre sus predios una vegetación siempre verde donde destacan especies de Luma, Tepa, Canelo Tineo, Tiaca, Coigüe de Chiloé, Coigüe de Magallanes, Ulmo, Olivo y Mañio de hoja punzante o macho. Además de ejemplares de Ciprés de Guaitecas.
Más hacia el extremo sur del mundo se encuentra el Parque Nacional Torres del Paine. Una de las reservas de la biosfera más importantes del mundo y uno de los destinos más populares para los amantes de la naturaleza.
Hacer trekking en este parque permite observar una gran variedad de árboles y plantas nativas, donde destacan especies como el Notro (Embothirium Coccineum), el Calafate (Berberis Microphylla), la Armeria (Armenia Marítima) y el Capachito (Calceolaria Uniflora).
Todo esto y mucho más forma parte de la flora nativa que está en el territorio Chileno, donde el turismo y la naturaleza pueden existir en armonía.